Tras varios procesos de investigación y planificación, continúan los trabajos de restauración del Palacio Nacional de la Cultura. Dichas labores buscan dignificar el inmueble y conservar la riqueza cultural que representa la joya histórica que en el año 2001 fue designado como Museo y Centro Cultural, por eso se conoce como Palacio Nacional de la Cultura.
Las intervenciones han sido de carácter artístico, ya que en los 8,960 metros cuadrados que lo conforman existen elementos arquitectónicos artísticos diseñados por grandes maestros nacionales.
Desde su planificación y su construcción el palacio contó con la intervención y acompañamiento de artistas de las bellas artes, por lo tanto, cada pieza dentro del inmueble se debe restaurar con un enfoque donde prevalezca la belleza y realce el arte que representan.
Para su adecuada restauración, ha sido necesario, un equipo multidisciplinario integrado por 15 pintores que han retocado los frescos ubicados en el techo de todo el palacio. Para el trabajo en piezas de madera el trabajo es realizado por ebanistas de la Ciudad de Antigua Guatemala.
Además, se replicaron 250 piezas para las decoraciones de los ventanales, e inició la restauración de dos secciones de la fachada del patio de la cultura.
Luisafernanda Rojas, subadministradora del Palacio Nacional de la Cultura, explicó que todo el proceso debe ser integral, porque son piezas de arte que se complementan. “Todo en este palacio tiene la pasión de grandes artistas nacionales, así que al trabajar su restauración debemos cuidar que esa sensibilidad artística sea protegida y bajo esa línea se realice el trabajo”, puntualizó Rojas.
Actualmente se aprecian mejoras en puertas y ventanas, además de la recuperación del brillo original en los pisos; complementado con la pulida de bronces y barandas, lo cual va de la mano con la restauración realizada en los frescos de todos los techos.