Los textiles eran obras de arte hechas con paciencia y entrega durante la Colonia en Guatemala, como las casullas, indumentarias extraordinarias, elaboradas para los sacerdotes de las iglesias. Estas vestimentas del siglo 19 son de color negro, tonalidad propia de eventos luctuosos, y hechos de forma especial para el duelo de personajes renombrados y famosos dentro de la sociedad.
Hoy en día es poco común el uso de este color para los rituales litúrgicos, y los más comunes son el verde, morado y blanco.