La inspiración del ícono de las salas de arte moderno surgió del diseño del jaguar plasmado en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, una de las herencias arquitectónicas del legado del Maestro Efraín Recinos. Mientras que el ícono de las salas de arte contemporáneo fue inspirado en las obras de resina de cristal de María Dolores Castellanos, quien, con su arte, nos hace viajar por un prodigioso mundo de sueño y fantasía, donde tiempo y espacio permanecen detenidos.
Por último, en las salas de arte Republicano, la inspiración fue la historia política y poder geopolítico que definió el rumbo de Guatemala.