Este monumento está dedicado a los héroes anónimos del conflicto armado interno. En sus inicios se encontraba frente al asta de la Bandera Nacional en la Plaza Central pero debido a la exposición al clima, sufrió daños en su estructura.
Después de su restauración, el monumento fue reubicado en el Patio de la Paz dentro del Palacio Nacional de la Cultura, un lugar más protegido y seguro para su conservación. La llama se encendió nuevamente el 1 de octubre de 2004 en el acto del Cambio de la Rosa. En esta ocasión, el evento contó con la presencia del Dalai Lama, Rigoberta Menchú (Premio Nobel de la Paz), el entonces vicepresidente Eduardo Stein y el vicecanciller Carlos Martínez.