El sonido del tenedor contra el plato de batido, la expectativa de las claras de huevo que se convertirían en dulce nieve son recuerdos que algunas generaciones de guatemaltecos relacionarán a la familia, a la infancia, a la alegría y la dulzura de vivir.
Separe las claras de los huevos y bátalas en un recipiente amplio hasta que alcancen el punto de nieve. Aparte las yemas.
En una olla grande, a fuego bajo, disuelva la miel de abeja con un poco de agua y agregue el azúcar y la canela. Una vez esté lista la miel, retírele del fuego y espere que se entibie.
Coloque en la batidora las yemas de los huevos y bátalas durante 30 minutos. Agregue la mezcla de miel, azúcar y agua, y las claras a punto de nieve, y continúe batiendo con ayuda de la batidora durante 15 minutos más, hasta conseguir una consistencia firme pero suave.