Testigo de los intercambios culturales entre los Mayas y los españoles, Tayasal fue el último reino en ceder ante los conquistadores.
Sus vestigios arqueológicos datan del periodo Preclásico Medio (800-250 a.C.) hasta el Preclásico Tardío (1250-1697 d.C.).
Taitzá o Noj Petén fue el nombre de la capital de los Itzáes.
Investigaciones preliminares sugieren que sus restos también se sitúan debajo de la Isla de Flores.
A través del Ministerio de Cultura y Deportes, el Gobierno del Presidente de la República, Dr. Alejandro Giammattei, comprometido con la valorización, preservación y divulgación de los bienes culturales del país, presenta el proyecto del Parque Arqueológico Nacional Tayasal, a fin de desarrollar su exploración e investigación arqueológica.
Además, Tayasal inicia la ruta hacia la modernización de los sitios arqueológicos del país, ya que es el primer recinto de este tipo que permitirá la accesibilidad universal, que sus caminamientos, senderos y servicios básicos estarán habilitados para personas con discapacidad.
Tesoros ocultos por casi 500 años
Ubicación
Tayasal descansa en la península Itzá, ubicada a 75 kilómetros del Parque Nacional Tikal en Flores, Petén.
Está parcialmente poblada en la aldea San Miguel. Su extensión abarca un área aproximada de 6 kilómetros cuadrados.
El logotipo de Tayasal está inspirado en el mascarón zoomorfo Witz (“el dueño, la montaña sagrada”) y en el cenote sagrado que se encuentra en la península.
