El higo es una planta de origen mediterráneo, traído a Guatemala por los españoles en el siglo XVI. Durante la colonia se empezaron a elaborar estos dulces, aprovechando la producción de caña de azúcar en el país. La repostería guatemalteca es casi absolutamente colonial, porque los antiguos guatemaltecos no conocían el azúcar.
Lave los higos y desinféctelos. Pélelos parcialmente porque deben dejar algunas franjas de cáscara, esto se hace para que el fruto no se deshaga ni pierda su forma. Tome en cuenta que al pelarlos debe usar un guante en la mano que lo sostiene, porque la leche que desprenden es pegajosa y puede dañar la piel. Haga una pequeña cruz, no muy profunda, en la parte redonda de los higos y quíteles el tronquito.
En una olla grande coloque los higos y esparza sobre ellos el azúcar. Luego agregue agua y póngalos a cocer a fuego medio, durante 1 hora y 30 minutos.
El proceso de cocción debe repetirse por 2 días más, hasta que el agua con azúcar se haya reducido a miel. Si quiere preparar los higos en maleta, deje cocer hasta que la miel tenga un punto de bolita, es decir que esté firme. Saque los higos, colóquelos en «maleta» o en grupos de tres y deje que el azúcar se cristalice.
Esto llevará aproximadamente 20 minutos.
Al haber tomado su consistencia y tono, los higos estarán listos para disfrutarse.