En un clima de costa como el de Mazatenango, Suchitepéquez, degustar un helado a cualquier hora del día se vuelve parte del estilo de vida. Vainilla, leche, azúcar y frío unen sus poderes para dar a luz a este sencillo, pero exquisito postre al que algunos intrépidos agregan frutas o esencias de sabores.
Hierva la leche con canela, vainilla y azúcar y deje enfriar. Retire la raja de canela.
Tradicionalmente, para preparar los helados se usa un recipiente de metal conocido como «cubo para helados», que le permitirá batir la mezcla. Este recipiente está compuesto por dos compartimentos «uno dentro de otro».
Entre el compartimento exterior y el interior se coloca el hielo con sal y en el interior, la leche preparada. El hielo nunca debe tener contacto con la leche.
Cuando haya colocado los ingredientes, bátalos, al menos, por 2 horas, hasta que la leche haya tomado consistencia de helado cremoso.
Si no cuenta con un cubo para helados, puede optar por colocar la mezcla en recipientes individuales o en un recipiente grande, tapar y congelar, al menos, por 6 horas. En este caso, no necesitará la sal.
Una vez congelado, saque y deje que la mezcla se suavice antes de servir.