Es una bebida fermentada y tradicional de la Ciudad de Guatemala, consumida mientras se observan los recorridos procesionales de Semana Santa. Fusiona la costumbre indígena de fermentar las bebidas hechas de piña y la devoción.
En un recipiente grande, con tapadera, coloque el agua, las cáscaras de piña y la pulpa de la piña picada en trozos pequeños.
Pele el tamarindo y el jengibre, agréguelos y mezcle.
Dore la cebada y el maíz. Deje enfriar y una vez fríos, agregue a la mezcla junto con el cordoncillo, la cañafístula, la zarzaparrilla, los clavos de olor, las pimientas gordas, las rajas de canela y los trozos de panela.
Tape el recipiente y déjelo reposar durante 5 a 8 días.
Retire la tapa y cuele el líquido que habrá tomado un tono marrón.
El fresco de súchiles se toma muy frío. Se recomienda agregar unos cubos de hielo.