Es una ceremonia de carácter religioso que en Idioma Q’eqchi’ significa “Reafirmar nuestras creencias”.
Se lleva a cabo en Alta Verapaz, departamento ubicado al norte de Guatemala, durante varios días con la participación de personas de la comunidad y de la familia anfitriona quienes, con comida, bebida, velas, música, oraciones, flores y bailes, honran en su día al santo a quien dedican esta actividad.
A finales del siglo XIX, familias de la región de las Verapaces deciden tener bajo custodia las imágenes religiosas en sus domicilios y otras edificaciones, conocidas como ermitas.
Con el objetivo de mantener vivas las tradiciones religiosas, el Paabank se convirtió en una manifestación cultural que reúne una serie de elementos propios de los pueblos originarios, junto a las tradiciones de la iglesia.
Este año, el Ministerio de Cultura y Deportes conmemora los 50 años de creación del montaje del Paabank realizado por la Arquitecta, coreógrafa, bailarina e investigadora Julia Vela, mismo fue estrenado en agosto de 1972 en Perú y meses después en Guatemala.
Cofradías y Pueblo Q’eqchi’ organizan el Paabank en honor a Santo Domingo de Guzmán, Santo Patrono del Pueblo, en Cobán Alta Verapaz.
Representa la compra de las flores y la presentación de los arreglos ya elaborados que serán parte del altar en honor a Santo Domingo de Guzmán.
El espíritu de las mascarás divaga en otra dimensión. En la esfera terrenal, se ora, se contemplan, se reconocen y se solicita la autorización para usarlas. Para no perder la cordura.
Mujeres cocineras realizan los quehaceres en la cocina para la celebración y tertulias, mientras se realiza la preparación de los diferentes platillos y bebidas.
El fuego de las velas se funde en una danza basada en diseños especiales con presencia del pom o incienso como símbolo de la elevación de las oraciones y peticiones.
La cofradía se encarga del ritual y los cofrades principales realizan los rezos, bendicen las prendas que llevará la imagen del Santo y preparan el anda para inicio a la ceremonia de El Paabank.
Representa la lucha sostenida entre cristianos y moros. Los cristianos logran derrotar a los moros, recuperando su territorio, reafirmando su fe y expandiendo sus dominios.
Santo Domingo de Guzmán es llevado en procesión de vuelta a la casa anfitriona o ermita, donde se realiza la celebración de El Paabank durante varios días.
Un terrateniente, el Feliciano y un perro rescatan a la Catarina secuestrada por un toro.
Ceremonia dirigida por el cofrade. Se quema el pom o incienso para purificar el lugar y reverenciar a Santo Domingo de Guzmán.
La anfitriona, llamada Culul Ulá, realiza un baile ceremonial, acompañada de un son de ritmo lento que se realiza en solitario con vestimenta de gala, el perraje bajo el brazo y la actitud de respeto.
Al concluir el baile inicial, las mujeres que han sido invitadas a la celebración, acompañan a la anfitriona a bailar.
Los cofrades y sus esposas concluyen con este baile la parte protocolaria del festejo.
En la selva se ha extraviado el Príncipe Quiché, el dios de los cerros Tzultaka, le envía nahuales en forma de guacamaya, para poder rescatarlo.
Los micos asisten a presenciar una fiesta que organizan los humanos, el diablo llega a la fiesta para tentar y burlarse de las personas que se encuentran en el lugar.
Esta danza de movimiento oscilante y reverente; es un homenaje a la figura del majestuoso venado, su simbolismo y sincretismo con los cerros y los bosques.
Marca el final de la celebración, aleja las malas energías y purifica el lugar, mientras se quema al diablo que ha llegado. Las personas invitadas aplauden y vitorean mientras envuelto en llamas y pirotecnia, el mal es derrotado.