El intenso color rosado de los cuadritos de zapote es capaz de provocar en boca de quien los vea, la sensación de esta fruta tropical, dulce y aromática que, en manos de los dulceros artesanos de nuestro país, se transforma en un pedazo de cielo de atardecer.
En una olla, mezcle la pulpa de zapote con el azúcar y el agua. Cocine la mezcla a fuego medio, revolviendo constantemente, hasta obtener un jarabe espeso.
Agregue la fécula de maíz y mezcle los ingredientes hasta formar una crema suave.
Retire la preparación del fuego, vierta la mezcla sobre un molde rectangular y deje enfriar a temperatura ambiente.
Una vez que la mezcla esté fría, corte en pequeños cuadritos o triángulos, según sea de su elección.