Ejemplo de la calidad del arte colonial guatemalteco, es una maravillosa reproducción realizada por el pintor guatemalteco Juan José Rosales en los primeros años del siglo XIX, creada a partir de una estampa en la que se reproduce la obra del mismo nombre del pintor francés Cher LeBrón en 1660. 

Rosales era un pintor neoclásico formado por José de Valladares, artista barroco de finales del siglo XVIII, por lo tanto, la influencia de LeBrón y la de su maestro le permitieron desarrollar maestría para la creación de importantes obras de arte. 

En esta pintura se ve a Jesús crucificado y en agonía, rodeado de 25 ángeles profundamente acongojados. En el ángulo inferior derecho, casi imperceptible, se aprecia el rostro cubierto de un ángel, sumido en dolor.

En la parte inferior hay una cartela derogada por Rosales, en la que se lee “Ved aquí que los ángeles de paz, lloraron amargamente”, tomado del texto bíblico de Isaías, capítulo 33 y versículo 7.