Los caldos son el resultado de la combinación de diversas carnes y verduras, hervidas en agua a altas temperaturas. Se conoce de esta preparación a base de hueso y carne de res, desde el período neolítico donde se originó la alfarería. A América lo trajeron los españoles durante la colonización. En Guatemala es uno de los platillos más degustados en todos los hogares.
Lave y parta la pata en trozos. En una olla grande ponga la pata y dos litros de agua, y cocine a fuego medio durante una hora y media. Pasado ese tiempo, retire la pata y reserve el agua.
Mientras tanto, en otro recipiente agregue el tomate, el miltomate, una cebolla, los ajos, el chile pasa y el chile guaque en ½ litro de agua restante, y cocine a fuego medio durante 20 minutos. Pasado ese tiempo, cuele (o licue) los ingredientes y agréguelos al caldo reservado.
Lave y desinfecte las verduras. Corte finamente el apio y el puerro; y en cuadritos la zanahoria, el güisquil y las papas. En ese orden, agréguelos al caldo.
Después del primer hervor, añada la hierbabuena y medio manojo de culantro, y verifique la sazón. A fuego lento continúe la cocción durante media hora o hasta que los vegetales estén cocidos.
Pique la cebolla y el cilantro restantes, y agregue a cada plato al momento de servir.
Sirva con arroz y tamalitos de maíz.