Es mucho más que un simple postre, es una ventana a la historia, la cultura y la evolución de la gastronomía. La transmisión de esta receta, de generación en generación, se refleja en la versión guatemalteca de este postre de origen francés, fácil y económico, que se ha convertirlo en un exquisito bocadillo digno de una reina.
Desmenuce el pan y póngalo a remojar en la leche durante 30 minutos.
Pasado ese tiempo agregue el ron, la esencia de vainilla, la mantequilla, el jugo y la ralladura de naranja, el polvo de hornear, la canela y el azúcar al gusto.
Separe las yemas de las claras de los huevos en dos recipientes distintos y en un recipiente hondo y limpio debe batir las claras a punto de nieve. Agregue las claras a la mezcla sin dejar de mover.
En un recipiente aparte, junte las pasas y la cucharada de harina y agréguelas a la mezcla. Una forma de darle un toque de sabor extra es colocar rodajas de banano sobre la mezcla, antes de hornear.
Precaliente el horno a 150°C o 300°F. Engrase con mantequilla una bandeja metálica para hornear, vierta la mezcla a la bandeja y hornee durante 30 minutos a la misma temperatura.
Pasado ese tiempo, retire del horno y dejar enfriar.