El bacalao a la vizcaína es una comida representativa del Viernes Santo, dentro de la tradición de guardar penitencia y abstenerse de comer carnes rojas. Muchas familias acostumbran a comerlo durante los viernes de la Cuaresma, acompañado de curtido rojo y tamalitos blancos.
Remoje el bacalao durante dos días, para quitarle el exceso de sal y cámbiele el agua tres veces antes de empezar a cocinarlo. En una olla grande, con suficiente agua, ponga a cocer el bacalao durante 20 minutos hasta que esté blando.
Mientras el bacalao se cuece, pique finamente el tomate, la cebolla y el ajo. En una sartén grande, ponga suficiente aceite de oliva y agregue los ingredientes previamente picados. Añada las alcaparras, las aceitunas y la pasta de tomate, hasta que tome una consistencia espesa.
Desmenuce el balao y agréguelo a la salsa. Mézclelo para que absorba los sabores y el platillo estará listo.
Por tradición de esta temporada se sirve con arroz blanco, curtido rojo y tamalitos blancos.