Cada uno de noviembre, Guatemala se prepara para lucir y disfrutar de los colores, arte y creatividad que los artesanos plasman en la creación de los barriletes.

Los primeros registros del vuelo de barriletes datan con la llegada del cristianismo, evolucionando con la influencia del arribo de emigrantes asiáticos, quienes trajeron el conocido papel de China.

En el día de Todos los Santos y Difuntos, sobre todo en los cementerios, surcan en el cielo barriletes de todos los tamaños, formas y colores apoyados de los vientos propios de la época.

El significado del vuelo de barriletes conlleva una conexión espiritual del mundo terrenal con el inframundo, representando el enlace con los difuntos.

Las celebraciones más representativas se encuentran en las localidades de Sumpango y Santiago, Sacatepéquez, a través del Festival de los Barriletes Gigantes. Los artesanos hacen su mayor esfuerzo para que cada año guatemaltecos y extranjeros admiren el arte plasmado, el cual se inspira en patrones y colores de la indumentaria maya que representa la diversidad cultural de Guatemala.

Por ello, año tras año, con entusiasmo las candidatas a Reina de los Barriletes Gigantes, Reina de Brisas del Viento y Madrina de los Barriletes de Santiago, esperan representar con gran orgullo estas tradiciones.

Autoridades del Gobierno presentaron la solicitud a la UNESCO para que la Técnica de Elaboración de los Barriletes Gigantes de Santiago y Sumpango Sacatepéquez sea incluida en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Rememorar esta fecha permite que las familias recuerden a sus difuntos y se preserve una tradición, que tanto niños como adultos disfrutan cada año.