Este recado desempeña un papel importante en las ceremonias mayas, porque se utilizaba como
ofrenda a los dioses en los rituales de agradecimiento por las cosechas, y por la fertilidad de la
tierra. En Sololá y Suchitepéquez se sirve en la ceremonia de Ikmoy Sqúul «los que van a traer
fruta», el viaje de las cofradías para traer comida como ofrenda para Jesús cada Viernes Santo.
Parta la carne en trozos. Llene con agua una cacerola y agregue sal y un trozo de cebolla. Añada la carne y cocínela a fuego medio durante 30 minutos. Una vez escurrida la carne, conserve el agua.
Mientras tanto, lave y corte en trozos medianos el güicoy y el güisquil. Son las verduras que conllevan más tiempo durante la cocción.
Pele y corte las papas en trocitos. Lávelos y póngalos en un recipiente con agua para evitar que se oxiden. Lave las arvejas y el cilantro; córtelo finamente. Agregue todos los ingredientes a la olla y cocine a fuego medio durante 20 minutos. Luego reserve.
En otro recipiente hierva los chiles. Los tomates para el recado se pueden moler crudos o cocidos. Licúe los ingredientes hasta obtener una salsa fina. En este paso puede usar licuadora o piedra de moler.
Mezcle la salsa con la masa hasta que no queden grumos y se haya formado el recado.
Añada el repollo, las verduras cocidas y el agua donde se coció la carne. Mueva constantemente hasta que hierva. Sazone con sal al gusto.
Este platillo se sirve con vegatales como güisquil, gïcoy, papás, arveja, repollo y tamalitos blancos.