Es común encontrarlo en mercados, festividades, ferias patronales, se le considera como
pócima y hasta milagroso. Por tomarse como un alimento completo, popularmente se
acostumbraba darlo de beber a las personas en convalecencia, mujeres en período de
lactancia o a quienes realizan actividades físicas demandantes.
Muela el maíz en piedra o en la licuadora, hasta formar la masa.
En un recipiente, ponga los 3 litros de agua y la masa. Deshágala con las manos hasta que no queden grumos.
Cuele la mezcla y póngala al fuego, a temperatura media, por 30 minutos.
Mueva constantemente para que no se pegue a la olla.
Mientras está el atol al fuego, deshaga la pepita en agua hasta formar una mezcla líquida que servirá para preparar el atol en el momento de servir.
Pasados los 30 minutos retire del fuego, sirva y agregue unos toques de chile cobanero, unos granos de frijol cocido, sal y limón al gusto.
En algunas partes del país le colocan frituras adquiridas en las tiendas locales