La palabra “mole” viene del náhuatl que significa “salsa o guiso”. La versión guatemalteca es considerada un postre, hecho con plátanos, cuyo recado tiene una base de chocolate y especias asadas.
Diluir las tabletas de chocolate en agua hirviendo.
Tostar la pepitoria, el ajonjolí y la canela por separado sobre un comal caliente.
Asar los tomates y los chiles, cuidando que estos últimos no se quemen, pues pueden dar un sabor agrio al quemarse.
Hidratar la champurrada en agua, para espesar el recado.
También mezclar la pepitoria con agua, así como el ajonjolí, la canela, el chile y los tomates. Es posible usar el mismo recipiente donde está la champurrada.
Moler todos los ingredientes hasta formar un recado homogéneo, usando una piedra de moler o una licuadora.
Agregar azúcar al chocolate y, luego, el recado. Hervir hasta que llegue a la consistencia deseada.
Pelar y cortar los plátanos en rodajas.
Calentar una sartén con aceite y agregar los plátanos hasta que estén fritos de ambos lados. Cuando estén listos, se
añaden a la olla con el mole y hervir juntos por unos 10 minutos.
Este aromático postre es adornado con semillas de ajonjolí y servido frío o caliente.