Oriundos de Cobán, Alta Verapaz, estos tamales son un alimento consumido en la cena. Los pobladores aseguran que comen estos tamales cuando las noches son extremadamente frías porque al agregarles una cantidad mayor de chile cobanero, el cuerpo entra en calor, es una manera de hacer del frío una sensación más soportable.
Cueza el maíz con agua y cal, cuando esté cocido lávelo para retirar toda la cáscara y muélalo en un molino o en una piedra de moler hasta obtener la masa.
Cuando tenga la masa, colóquele 6 onzas de manteca de cerdo, sazónela con sal y amase hasta que se haya mezclado bien. La masa debe quedarle de la consistencia de la masa para tortillas.
Para preparar el recado ponga a asar en un sartén o comal los miltomates, los tomates, los chiles guaque y los chiles zambos. En otro comal ponga a dorar la canela, pepitoria, ajonjolí, las pimientas y los clavos de olor.
Muela los ingredientes que doro y asó, hasta formar un recado y sazónelo con sal.
En una olla, ponga a calentar las 4 onzas de manteca o el aceite y agréguele el achiote y sobre ello fría el recado, hasta que hierva.
Corte la carne en trocitos, según el tamaño de su preferencia.
Haga bolitas de masa, con las cuales hará cada tamal. Para ello debe hacer una tortilla gruesa y cuando esté lista coloque en el centro la carne con el recado, cierre la tortilla en forma de doblada y encima coloque más recado. Envuelva en hoja de sal cada tamal.
En una olla coloque una cama de hojas, introduzca los tamales y agrégueles agua con sal, para cocerlos, y ponga una tapadera de hojas. Deben hervir por una hora y media y después sus tamales torteados estarán listos.
Desenvuelva el tamal, si desea puede dejar la hoja de base sobre un plato o servirlo directamente en el plato. Puede agregarle unas gotas de jugo de limón y acompañarlo de un pan francés o desabrido.